martes, 2 de septiembre de 2008
Invincible?
Reconozco que es un sueño extravagante, pero esta noche fui un poderoso bergantín del XVII con su mástil como espada enhiesta, atemorizando a las flotas más poderosas; capaz de vencer al mar, ese gigante inmóvil, si no fuera por el viento que lo transforma en montañas enloquecidas; y el viento no existiría si no fuera por el sol que calienta el aire, poniéndolo en movimiento.
También el sol, acata los dictados del éter. Si hasta Dios recibe órdenes, en cuanto me duermo y soy libre.
A Julio Prado
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8 comentarios:
no es limosna ésta, más bien trueque. Letra por letra suya por esta gratitud, hermano, amigo, compañero. Salúdole. Agradézcole. Confíole. Cuídese de los sitios de bajos fondos, no sea que atraque, como yo.
Es el consuelo del anacoreta. Liberarse en sueños para descubrir que hasta Dios tiene que someterse a sí mismo.
Abrazos.
Paz, hermano.
Hermoso pergamino, vendré en busca de sosiego.
Un casto beso, con genuflexión, amén.
:)
Asceta mío, de mares, vientos y soles... sería un sueño extravagante de no haberse sentido tan libre. De esta forma es un sueño, uno bello, la naturaleza de los sueños.
Besos enlazados, redios!
Desconfíe de los sueños, abate. Son como los seres humanos. Parecidos a la realidad.
Yo tengo un miedo terrible a la noche en mar...imagina Vd. Reverendo Anacoreta, la noche sin luna, ni estrellas....el mar, negro, el cielo, negro, ...ningún horizonte...y el rugido del mar, y el silbido del viento...y....
Joder que miedo debió pasar Colon y sus secuaces.
Un saludo afectuoso...(seguro que no es familia de Sean Connery???)
Por cierto...¿Las limosnas tributan a Hacienda?...
La ficción tiene las mismas características de los sueños.
Y eso es muy bueno.
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