jueves, 22 de octubre de 2009

Sombras truquescas




Hay un naturalista al que admiro desde hace décadas, se llama Joaquín Araujo y es una de esas personas incansables en la difusión de sus convicciones acerca del medio ambiente. Esta vez sin embargo, me ha hecho reflexionar acerca de cuestiones más personales; la última vez que le escuché en un coloquio dejó caer, a modo de conclusión, la siguiente frase: "Hay que aligerar la dosis, hasta la de uno mismo". Nuestra percepción de lo indudable, se desprende siempre, o casi, de análisis o elucubraciones que pudieran estar guiadas por nuestra experiencia; pero también por esa subjetividad que a veces es un aliado, y otras, un escollo a la hora de ser claro en las apreciaciones que elevamos a la categoría de evidencias.
En la imagen que precede esta entrada, creo ver con claridad a Peter Pan y a Wendy –perdón, no me sé el apellido–; conseguí que Guadalupe Cienfuegos viera al niño eterno en las sombras que veía desde mi cama mientras traía mis viandas de convalecencia de la gripe T (de trancazo), pero con Wendy no había manera. Le di algunas pistas infructuosamente, hasta que se me ocurrió que su perspectiva era lo que la alejaba de lo patente de la imagen. Creí verla dudar, y le hablé sin parar de mi convicción del cambio de inclinación de los rayos solares en esta época del año; de que los mirlos estaban inquietos por unas actividades inusuales de las lombrices en el subsuelo y que los caracoles hacían un ruido extraño al desplazarse. Se tumbó a mi lado intentando desentrañar el misterio y sentí que su salud me invadía; que sus latidos se sumaban a los míos y que las sombras, si las miramos del ángulo adecuado pueden ser fuegos artificiales. Intenté agradecerle la enseñanza, pero sólo me salió una frase que no venía a cuento estando ella donde estaba:
–Guadalupita...¡ven pacá!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Chamán

Leopoldo Vilches se afeita sin espejo, de nada le serviría a sus ojos cansados; un jilguero posado en su hombro izquierdo parece alertarle de omisiones de espuma. Las montañas se perfilan a lo lejos, y él mira hacia ellas delineando los enormes bultos con recuerdos que no envejecen; rehaciendo los senderos escarpados en su memoria antigua. No habla mucho, y cuando lo hace, suena su voz pequeña como la vieja cuchilla contra su piel agreste abriéndose paso; susurros que allanan el hirsuto parlotear de los aldeanos. A veces puedo adivinar a la distancia cuando él habla, porque el silencio crece en torno suyo. Sobrevivió a la guerra y a la peste, a sus nueve hijos y a todas las injusticias; come y duerme poco, como habiendo aprendido de cada animal, y cada hombre, lo necesario para mantener su paso cauto por la tierra, aunque no parezca ir a ningún sitio.
Nadie predice el tiempo mejor que este hombre menudo, así como nadie siembra sin consultarle antes la oportunidad de hacerlo; la minuta suele ser exigua, un café y un cigarro le animan lo suficiente para levantar su nariz angulosa, entrecerrar los ojos y emitir un dictamen.
En Edén había oído que era capaz de hablar con los muertos, y de forma imprudente, fue lo primero que le pregunté tras darle los buenos días cuando le conocí.
–"Los muertos no hablan con nadie señor, son muy suyos" me dijo dando la cuestión por zanjada y haciéndome sentir muy torpe. Creo que sintió mi embarazo, porque me dedicó la única sonrisa que le he visto al despedirse; y me fui convencido de haber conocido a un hombre discreto y delicado.
Desde entonces le visito cuando voy a la sierra; pero no le hago preguntas, tan sólo le hablo de bueyes perdidos, con la certeza de que él sabe dónde están, y si presto atención, también lo sabré yo.

sábado, 8 de agosto de 2009

Atomizados



"Divide y vencerás"; este antiguo adagio demuestra el porqué esa creencia de que los "libros viejos son buenos", es una hipérbole. Sólo los buenos libros llegan a viejos, y trascienden los dichos que se han probado ciertos.
En tiempos, los hombres se fundieron en una masa capaz de arrasar la historia con su catarsis de hartazgo. La tecnología y la comunicación– curiosamente – consiguieron convertir esa masa en un atomizado ente reacio a los cambios, bajo un sopor de artilugios y sensación de libertad que no soporta mucho análisis. Los hombres alineados, alejados unos de otros, echan las monedas para que funcione la máquina de los lobbys y los regímenes; pero sin la posibilidad, en su ostracismo, de decidir qué es lo que hará la máquina.
Hemos delegado nuestras aspiraciones en la benevolencia de los poderosos. La palabra: "Compañero", se transformó en un formalismo sindical; pero nadie quiere ser parte del club, aunque sonría y salude en el ascensor; al llegar a su habitáculo-madriguera, denigrará y despotricará a gusto antes de inyectarse un DVD.
Cada tanto, un brote de indignación le agita especialmente, cuando la apariencia de justicia se resquebraja, ante la mascarada de jueces que juzgan a un amigo y "políticos" de guante blanco; pero pronto lo olvidará el HOMO ISOLATUS, cuando a la historia regrese lo verdaderamente importante: La Liga.

sábado, 11 de julio de 2009

Esos simpáticos animalitos


Las cabras tiraron al Monte De Piedad.
Lúzbel hace como que está contrito; se ha sincerado con nosotros y ha admitido que empeñó las cabras para sus desplazamientos por centroamérica; unas dádivas a las nuevas autoridades de Honduras y la entrada para el último show de Michael. Le preguntamos si no podía recuperar a Rosita y a Lulú (la preferida de Cucho), pero dijo que no había nada que hacer. Me pareció que el comandante tenía la mirada vidriosa, con mucho Cristasol, y lo vi muy entusiasmado en trabajar solo en el erial del fondo y estuvo un par de días taciturno. El Señor Guerrero nos sugirió que comiéramos caracoles, dijo que había muchos en la zona, por ser muy calcárea. Es tan vago que nos aconsejó que los podíamos pillar en la curva del barranco, en que aminoran la velocidad. Yo es que no los he visto; quizás es que miro mucho al cielo esperando la bendición de la lluvia, para enfriar este averno que es Edén para este tiempo. Tierra seca y áspera esta, de agua escasa y humedad abundante en el aire por la proximidad del mar, seguro que hay caracoles, esos simpáticos animalitos. Estaré atento.

martes, 30 de junio de 2009

Ausencias


Lúzbel anda en misión especial en Honduras; a mi amigo Pepe lo han comisionado a Las Tierras Altas, donde supervisará la plantación "El Eterno", y ya le hecho de menos. Sólo el Comandante Cucho y yo nos hemos quedado en Edén, y la verdad es que no me resulta de mucha ayuda, ya que su único fiero entusiasmo, gira en torno a la cena. El trabajo se multiplica y las labores de intendencia parecen destinadas a una fuerza mucho mayor de la que disponemos, así que no estamos haciendo incursiones en las aldeas próximas, y las cabras han huido por alguna razón... está jodida la cosa. He retomado algunas viejas prácticas. Recibo en confesión a Guadalupe Cienfuegos, una lugareña solidaria que a veces nos trae comida (y malos pensamientos). Inclino mi cabeza y bajo mi capucha para animarla a que hable, aprovecho entonces para recorrerle los apetitosos muslos morenos con los ojos; lo hago con mucho sigilo, porque pudiera ser el adiós a los pastelitos.
El huerto progresa adecuadamente, pero no sólo de tomates, higos y alficoz vive el hombre; me pregunto... ¿dónde andarán las jodidas cabras?

sábado, 13 de junio de 2009

Matinée

A veces se descuelga sobre mí una clarividencia desoladora, precedida por un embarazo de torpeza, miedo velado y desánimo. Es entonces cuando puedo ver a través de las cosas y los seres. Intento una leve resistencia, dejando a la mente escoger los senderos por los que habrá de recrearse y rescatarme, pero ella se niega, y me da un pasillo oscuro, en cuyo fondo, se ve la luz tenebrosa del punto de partida. Un mareo tenue me impide acometer tareas que me alejen del negro influjo de la escena; distraerme de la caída, y me despeño indefenso al patio de butacas. Entro en el teatro vacío, sin moverme del colapso paralizante en que yazgo esperando la resurrección de la amnesia salvadora. Puedo ver al público ausente, buscando en la representación, una tregua a la consciencia de ser quienes son, en el lugar mismo en que "alguien" (según ansían creer), les ha ubicado; puedo ver sus juicios preparados, en un dossier que traen disimulado en la expectativa de sorpresa; sus aplausos apriorísticos o sus abucheos en la recámara, por el ansia de una revancha sin match inicial. Sin los focos, la miseria de teatrillo es evidente; grasientas las sogas de la tramoya; manoseados e inmundos los decorados repintados ad infinitum, para representar la maravilla esquiva; las marcas de tiza en el suelo, encorsetando la naturalidad de los movimientos. El polvo sobre los atriles, no parece anticipar la diáfana ensoñación de los acordes, así como los remiendos del cortinado, no parecen un buen marco para una noche de gloria; genuflexiones de una humildad equívoca y una ardiente impaciencia por la cena.
El fosco coliseo de mi visión, tiene precios asequibles porque puedes tener que intervenir en un momento, como en las salas de teatro alemán, donde haciendo gala de tu mejor falsía, habrás de ayudar a los demás, a mantener en su sitio las caretas; dignamente, como corresponde al prestigioso colectivo de farsantes, que se aprenden su papel, y salen a parodiar el drama y la comedia.

miércoles, 10 de junio de 2009

El viento negro

Hay una correlación entre el "Dust bowl" de la década de los 30 en EE.UU. y el desastre económico en curso. El exceso, siempre el exceso, consigue ponernos en una situación difícil. En aquel tiempo fue la mala gestión de los campos de cultivo; la extensión de los sembrados a las tierras que actuaban como barrera de la desertización y una sequía tan pertinaz como inoportuna.
Los labriegos de Armani, emulando a aquellos rudos rednecks de Oklahoma, insistieron en sembrar un dinero ficticio en campos poco apropiados, y vender los aparentes brotes a todos los cazagangas financieros de la aldea global; la cosecha ya podemos verla en los desplazados y parados que pueblan nuestras urbes, desposeídos, a expensas de la caridad o a los pies de explotadores y mafias.
Parece una constante que habrán de pagar siempre los mismos, no importa quién haya desparramado las venenosas semillas del abuso. Nada hay más esencial que el cereal, la carne, los lácteos o los modestos pepinos; sin embargo, quienes se encargan de garantizar que podamos seguir vivos gracias a los alimentos, son los que menos beneficio reciben del constante esfuerzo de extraer los frutos de la tierra o los océanos.
Nuestro sistema, premia y encumbra a quien no pasa de ser un parásito del esfuerzo ajeno, a los jetas, leguleyos o a quienes crean y desarrollan artilugios que de nada valdrían si no pudiéramos llenar nuestras desagradecidas tripitas.
No son elegantes, es verdad, las incansables hormiguitas que dedican su vida a llenar nuestras despensas; con el riesgo eterno de perderlo todo en el envite ante la caprichosa meteorología o las plagas; pero son quienes nos dan de comer, y no debiéramos morder sus manos con nuestro desinterés por su suerte. No seamos Florentinos, que desprecian un excelente colaborador porque es gordo, poco "chic", y no da bien la imagen. El viento negro de los zapadores de la tierra y el mar son los ilustres cretinos que no ven más allá de su codicia, y les desprecian tras haberles confinado a la incultura y la miseria.

viernes, 29 de mayo de 2009

El circo



Llevo tanto tiempo en él, que a veces se confunden mis recuerdos; sé que fui enano, augusto y faquir, oficié de volatinero, forzudo y hombre bala; hice los roles que me pidieron, pero podría asegurar que nunca me tocó la mujer barbuda. Practiqué tanto el funambulismo, que me desplazo sin pértiga desde entonces ante el asombro del público, y cada día son menos los que quisieran verme caer; pero siempre alguno hay.
Domé las fieras que me pusieron delante, y supe estar fuera del alcance de las que atacan por detrás; la que más me costó sin duda, fue la que me mordía desde dentro en su rebeldía; ahora hace (casi siempre) lo que le ordeno, y es mansa con quienes se me acercan, aunque tiene sus días. Como payaso no me fue mal, y si bien las bofetadas no fueron demasiadas, por mi cintura prodigiosa, aún me escuecen los cachetes de cuando el guión mandaba recibir. En esta vida, no hay estrellas ni tareas exclusivas, todos somos uno; del triple mortal del foco a las boñigas, todo es tajo; y puede que algún día quizás deje de hacerlo, pero de momento, aún monto la carpa cada día.

sábado, 23 de mayo de 2009

Vendo dientes baratos



Las crisis económicas son cíclicas; espasmos vinculados al exceso en todas sus formas. En las economías de supervivencia, las crisis llegan cuando tras la bonanza de un período de estabilidad y la benevolencia coyuntural de la meteorología, se multiplican las bocas que una tierra puede alimentar con su estructura productiva. Entonces aparece el escarabajo de la patata; una nube de langostas, o es la tierra la que dice basta con su lenguaje polvoriento. Entre los conejos, cuando una colonia excede en individuos la capacidad de la tierra de alimentarlos, las hembras son capaces de neutralizar su preñez, reconduciendo así la situación. La ficción de que nuestro planeta podrá soportar la presión hasta el infinito, ha desembocado en soluciones pintorescas e irreflexivas, como la de la revolución cultural china, de acabar con los pájaros que exigían su ancestral quiñón de grano. El problema no eran las aves, sino el excedente de humanos, que acabaron asistiendo atónitos a las plagas de insectos que devoraban sus sembrados sin enemigos especializados para mantener el equilibrio.
Antes, con terreno que colonizar, las sociedades superpobladas daban una solución al problema, llevándose la semilla de su pueblo allí donde no hubiera quien le disputara el terreno, y en el peor de los casos, hacer tabla rasa con esos paganos autóctonos que no sabían reconocer a los escogidos de un dios cualquiera. Ahora está mal visto entrar a saco en la despensa del vecino en época de paz, por lo que es necesario encontrar un motivo para la guerra (¡ay Irán, que creo que te toca!), o avanzar la infantería económica, untando a cuatro cabrones para matar sin derramamiento de sangre, apenas de jugos gástricos.
A los VIP (Vampiros Internacionales de los Pobres), no les basta con garantizar la miseria de los productores de materias primas fijando los precios de sus cosechas a través de subvenciones a los de casa; también generan riquezas hipotéticas, y venden ilusiones a los cándidos ambiciosos que confunden valor y precio. El esplendor es siempre demasiado caro para pagarlo con el dinero real, así que hay que crear unos bienes ficticios y sobrevalorados, con período de caducidad, pero sin mencionarlo en la etiqueta. Nos cambiamos cromos sin valor, y que se joda el último, o sea tú y yo.

viernes, 15 de mayo de 2009

Intercambio


Abre las alas y despliega el mundo ante mí; háblame de los cielos que aún no he recorrido, y apenas me atrevo a imaginar, abúlico en mi atalaya. Te daré a cambio mis secretos; una muestra de mi vuelo de acrobacias en primera fila, y los trucos que he aprendido, mientras esperaba. Ilumina mi vida con tus colores brillantes, y verás el fulgor del que soy capaz, cuando me avivan.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Salvación


La tecnología nos revela mundos ocultos a un palmo de nuestras narices; y unos trozos de cristal tallado, en su momento, hicieron que los dioses necesitaran de argumentos suplementarios para su sostenimento . Las maldiciones pasaron de ser designios divinos, a meras invasiones de organismos, que como nosotros, se empeñan en medrar. La credibilidad de los seres omnipotentes, puede quedar en entredicho si sus valedores no arguyen lo suficiente, con lo que el verdadero poder de los supremos hacedores, se reduce apenas a la fortuna en la elección de la plantilla. Venimos al mundo pretendidamente hipotecados por las creencias de quienes nos precedieron, y está en nuestra mano, acudir tan sólo a la llamada de aquellos cuyo discurso, nos parece creíble y positivo. No cuestionar lo establecido, o la gestión de la realidad, es ser esclavo de nuestra propia indolencia, y tarde o temprano habremos de pagar un alto precio por ello. Criticar sin hacer, es apenas un artificio para no mirarnos, y culpabilizar así a otros de nuestra desidia. Vacíos de designios, llegamos a realidades concretas en las que habremos de tomar partido, oponiéndonos a otros intereses.
Todos los paraísos están lo suficientemente lejanos como para que debamos ocuparnos de la aridez que encontramos en nuestro camino a ellos; sólo así nos los mereceremos.
Cualquiera os dirá que hay un mundo en una gota de agua; ¿habéis salvado algún universo hoy?

lunes, 27 de abril de 2009

Slow

El movimiento Slow nació en Italia en el año 1986; un periodista apellidado Petrini, ofendido por la instalación de un Mc Donald's en la Piazza Spagna de Roma, se decidió a contraatacar a la expansión de las costumbres estadounidenses potenciando la idea del: Slow food, una idea que intentaba rescatar la ancestral costumbre latina de aprovechar las comidas como evento social y pausado. En el esquema, se daba una gran importancia al aprovechamiento de los productos de temporada, que garantizan la frescura y naturalidad de los ingredientes, recuperando al mismo tiempo las ancestrales costumbres gastronómicas de la vieja Europa.
No soy ni fui nunca un sibarita, pero siempre me he ceñido a los alimentos de estación, por economía, pero también por reproducir el esquema que nos llevaba cuando niños, a seguir un calendario de actividades ligadas al meteoro: tiempo de volar cometas, en el aire enloquecido de primavera; cazar mariposas o luciérnagas; tiempo de hogueras por San Juan, o de canicas, por una disposición arbitraria que variaba en cada barrio.
Me hice adulto en la ficción de que todo podía ser "todo el tiempo"; que si ibas suficientemente deprisa, como los yanquis, dispondrías de tiempo para vivir más de una vida, craso error. Somos organismos ligados a leyes establecidas; piezas de un rompecabezas, que si las fuerzas en el lugar equivocado, puede dar el pego de tarea cumplida, pero que dejará intersticios por donde habrá de colarse el desequilibrio.
En las ciudades, la mejor definición de: "milésima de segundo", es aquella que la describe como el tiempo transcurrido entre el cambio del semáforo a ámbar, y el primer bocinazo; yo, para sentirme un ser elevado y mejor, esperaba casi un segundo para disparar decibelios. He hecho progresos, hace poco fui a pasar la ITV de mi viejo corcel; estaba todo bien, a excepción del claxon, que no funcionaba. ¡Claro!, ¿cómo iba a saber que no rulaba, si nunca lo uso?. El empleado me dijo que debía repararlo, pero tuvo la deferencia de no hacerme volver a pasar la revisión por ello, un poco por clientelismo ( acudo siempre a al revisión anual al mismo establecimiento), y otro poco porque estaba seguro de que yo lo haría, haciendo inofensiva su "vista gorda". No lo haré de momento y lo dejaré para cuando sea necesario acudir a un taller por otra avería; porque si no he tenido necesidad en un año de colaborar al estrépito ofensivo de las ciudades, es una tarea que puedo relegar, a no ser que cambie de taller homologado para la revisión, y me vea compelido a poner cara de sorpresa tras pulsar infructuosamente, el lanzamisiles que cada automóvil lleva incorporado. ¡Sí, lento y ladino!

miércoles, 15 de abril de 2009

Sólo respirar


Un genio flaco y desgarbado salió de una botella de vinagre balsámico; entendí que era normal su aspecto al habitar en un sitio semejante, y que apareciera tras una monumental cogorza. Impaciente por que me hablara de los tres deseos que todo el mundo les supone, esperé con cierta intranquilidad que acabara con su batería de preguntas. Tengo edad suficiente para saber que las desgracias no viene solas, pero es difícil guardar la compostura cuando en pleno resacón, te topas con un espíritu aficionado a la mayéutica.
Como los seres sobrenaturales no tienen la misma percepción que los mortales acerca del tiempo, decidí que unas respuestas concisas lo pondrían sobre la pista y se abocaría finalmente a lo que yo suponía su estricta labor . Cuando dijo que se volvía a su botella porque yo no colaboraba, me descolocó totalmente y fui brusco con él; un tipo con mal cuerpo y dolor de cabeza, no es el mejor objetivo de una encuesta, por extraordinaria que sea.
Tapé la botella en un movimiento rápido y le espeté:
–De eso nada vinagretas, tú no te vas sin darme mis deseos.
–¿Deseos?, ¿a qué te refieres mortal?
– ¡Mortal, sí!, veo que vas entendiendo como me siento hoy...
Desperté con la cara sobre la mesa de la cocina; alguien tocaba el tambor dentro de mi cabeza y había tapizado el cielo de mi paladar con unos trapos malolientes; puesto pesas en mis párpados y cortado la comunicación entre mi cerebro y extremidades. Ni rastro del hombrecillo. Intenté recordar alguna de sus preguntas en vano, y me dispuse a hacer lo único que al parecer podía.

lunes, 23 de marzo de 2009

Cuando la vida te lleva al huerto



No sé si trocará en pesadilla; de momento, es sólo un sueño que encontré sin proponérmelo. Tenía otros planes, es decir: ninguno, más que dejar que pasara el tiempo mientras me defendía como gato panza arriba. Uno siempre sabe si su vida es un asco, o francamente mejorable; la cuestión es vencer la pereza de empezar de nuevo, cosa que el destino, a veces, se encarga de administrar con su método expeditivo e inapelable.
Regar los árboles que he heredado de desconocidos y semi-ignotos, es un eslabón más de la única cadena a la que no podemos sustraernos. Subir unas escaleras del Renacimiento; vibrar ante el arte de provincias del Bosco, o la maestría cosmopolita de Leonardo, son tramas que nos unen al pasado; nos hacen espectadores de nuestras posibilidades como especie, o nos constriñen a la vergüenza de aceptar nuestra mediocridad, aún con deportiva capacidad de admiración sin tapujos, a los sobresalientes.
La Naturaleza es una fuente inagotable de obras maestras y disposición hostil, para quien vivió pensando que el Tetra Brick y la leche son un tándem inevitable, sin alternativas conocidas.
Todo es empezar, si el tablero es nuevo; sin embargo, el movimiento de las piezas es siempre el mismo, y uno, jugará como sabe.

miércoles, 18 de marzo de 2009

MAQUI



Las alternativas eran pocas, pero malas; debía encontrar una forma de oponerme vehementemente a la situación creada. El nivel de consumo, así como la ambición de unos cuantos listos, nos ha guiado, cual rebaño sumiso, a una situación muy difícil. Medité profundamente acerca de si una huelga de anacoretas, pudiera ser una llamada de atención suficientemente contundente para quienes rigen nuestro destino, con normas hechas a su medida. Lo medité como dije, profundamente, pero poco; no se tenía en pie.
Busqué ayuda para una acción a lo Greenpeace; colgado de una grúa quitarme el sayo y la capucha en una central bancaria, al tiempo que una geisha, un bombero y una sindicalista se inmolaban a lo bonzo (ahí era cuando entraban los de Médicos sin fronteras y los damnificados del Fórum filatélico cantando):
¡… Eeeeeee, Macarena ...!
Habría que actuar ya, … pero no vino mucha gente al casting.
De donde menos lo esperaba, llegó mi séptimo de caballería personal: Lúzbel Guerrero me ayudó, con su amplio entramado secreto, a echarme al monte. Ahora soy un Maqui, y atacaré desde la luz, la oprobiosa realidad que nos imponen; pegar y salir, ese será nuestro estilo… Porque somos legión, pequeña pero legión al fin. No se puede atrapar a una sombra, y ese razonamiento nos protege y guía.
Como no podía ser de otra manera; Lúzbel ha puesto una condición de las suyas, de esas que hacen que todo el mundo coincida en que es casi, un verdadero impresentable. Me impuso un alias graciocillo que le sugirió un lugarteniente suyo (oyente de Asuntos Propios): Sincurro Giménez.

martes, 3 de marzo de 2009

Éxodo>





Como sabéis, vivía en una cueva, pero es tiempo de cambios;
el destino decidió que fuera en pos de la luz*.
No es que uno no sea obediente, pero hay veces en que no hay
alternativa, más que asumir.
Los cantos de sirena me hacen el viaje más ameno; y bella
es la vida de cada mañana al desoír a la médium recitando:

¡Aléeeeeejaateee de la luuuuz!


Creo que necesito luz, pero lo más determinante es que la luz,
me necesita a mí.

lunes, 9 de febrero de 2009

sábado, 17 de enero de 2009

Misceláneas


El hombre soñó siempre con volar
Ahora es una de sus pesadillas.

Todo prometer para meter.
Todo pedir para dejar introducir.

Los pueblos necesitan a sus enemigos para sentirse únicos y predestinados; tiempo habrá de matarse entre ellos cuando no haya competencia impura y pagana.

Los dioses son unos impresentables; nunca se presentan donde hacen falta; son faltones, y gestionan el mundo como si fuera suyo, a sabiendas de que en este pedrusco en el que nos apiñamos, hay otros compromisarios supremos con igual o incluso menos mérito para ser adorados.

lunes, 12 de enero de 2009

Un año ya


Aquel tiempo
no lo hicimos nosotros;
él fue quien nos deshizo.
Miro hacia atrás.
¿Qué queda
de esos días?
Restos,
vida quemada,
nada.
Historia: escoria.

Ángel González


Lo echo de menos poeta, hombre.

viernes, 9 de enero de 2009

DESCONTANDO HOLOCAUSTOS

En la segunda guerra mundial, murieron 6 millones de judíos; una monstruosidad en la que no hubo sólo un culpable: la Alemania nazi; hubo silencios y omisiones cómplices por parte de naciones e instituciones religiosas. Apenas unos miles de humanos de a pie, alemanes, españoles, holandeses y de otras nacionalidades que espero no se tomen como omisión injusta, sino como ahorro de espacio en esta entrada, se opusieron tenazmente arriesgando sus vidas por ayudar a las inocentes víctima judías. Finalmente, ya servida la catástrofe, naciones poderosas y lejanas entraron a comprar en las rebajas. Pero no murieron sólo 6 millones de judíos de distintas nacionalidades, también lo hicieron otros 60 millones de personas, entre militares y civiles: rusos, chinos, polacos, alemanes, balcánicos y un largo etcétera que obviaré nuevamente por no hacer la lista interminable, y de los que nadie nunca habla.
EE.UU. fue el país menos perjudicado en bajas militares, ya que no murieron civiles de esa nacionalidad; no llegaron a los 300.000, que con ser sumamente lamentable, no guarda relación alguna con la tragedia vivida en Europa, Asia y aledaños. La inversión fue muy oportuna y rentable, pues quedaron dueños de las posesiones de los antiguos imperios desangrados. Franceses e ingleses, se vieron obligados a abandonar antiguas posesiones por su incapacidad tras el conflicto de mantenerlas; elaboraron entonces unas chapuzas de retirada de sus posesiones, que sembraría horrores futuros. Tres millones de palestinos fueron expulsados de su tierra para hacer lugar a otros tantos judíos en un estado que se llama Israel en 1948; forzados por golpes terroristas bastante brutales de los guerrilleros hebreos, los ingleses huyeron con el rabo entre las patas para librarse del marrón. Poco les importó el destino de los que quedaban.
Hoy Israel llama terroristas a los que emplean los métodos que ellos usaron y usan para luchar contra sus enemigos, con la aquiescencia del gran amo del norte, que invariablemente boicotea cualquier condena o resolución de la ONU (Organización No Útil), y cuando no lo consigue, Israel se salta a la torera, esto es con la fuerza de la espada y el desprecio por la miseria y el dolor por los desheredados de Oriente Medio.
Se podría decir que el ojo por ojo ya se cumplió en la segunda gran guerra, puesto que más de seis millones de alemanes murieron entonces, pero parece que los judíos valen más que un hombre normal, y toca ahora pagar su cuota a los desafortunados árabes que tuvieron la mala suerte de vivir en una tierra que un dios prometió a otros, aunque las "escrituras" nunca fueran firmadas por ningún notario autorizado.
No podemos esperar a que mueran seis millones de palestinos, porque no los hay, para satisfacer aquella antigua Ley del Talión, basada en el Tanaj judío, pero si empezamos la cuenta desde cero, a partir de 1948, ya se han pasado (y se siguen pasando) con su ojo por ojo y diente por diente. Israel ha entrado hace años en el "debe" de la sangre y la vergüenza. No podemos admitir, como no lo habríamos hecho en 1933 (sabiendo lo que sabemos) que esto siga adelante; paremos este horror a como dé lugar, y no exagero si digo, que nuestro embajador en la nación Hebrea, debería abandonar aquel país para dar un honroso paso al frente, y acelerar en la dinámica de una oposición valiente a la vergüenza universal que representa este pueblo desmemoriado , que al parecer sufre el Síndrome de Estocolmo con los brutales nazis de entonces.

lunes, 5 de enero de 2009

VUELVEN LOS REYES (DEL MAMBO)


*
En tiempos en que mucha gente ha perdido su empleo, su casa y en algunos casos hasta la razón, por estas circunstancias, los aristócratas ecologistas de la aviación civil, vuelven a mostrar su desprecio absoluto por la mano que les da de comer. ¿Porqué digo aristócratas y ecologistas?, porque muchos de ellos ganan más que el presidente de la nación, y porque con sus huelgas encubiertas, harán que los aviones de pasajeros (que son de lo más contaminante para el medio ambiente), estén en un venturoso peligro de extinción. El acelerón que han dado las comunicaciones , a través de la alta velocidad terrestre, terminará poniéndoles donde debieran estar, en las listas del INEM, por su arrogancia y codicia, aunque las vistan de celo generoso por la protección de aquellos en quienes se cagan en cada período festivo.
SEPLA, AENA,IBERIA y CONTROLADORES, siglas y oficios que hacen más por las úlceras de duodeno, que el café, el tabaco y los excesos.
La visión de gente desesperada por las complicaciones inesperadas, durmiendo como mendigos en los aeropuertos, me quita de cualquier atisbo de comprensión por sus causas, sean legítimas o no, porque lo que no es legítimo, es que quien mantiene el dorado cotarro, sea el último puto mono de esta tragicomedia aeroportuaria.
Ya sé lo que pediré a los reyes, que abdiquen, y bajen a la tierra (perdón por el chiste fácil), y lo haré con siglas parecidas a las que me sirvieron para despedir a ORANGITO: ATPC panda de impresentables.
Sí, lo reconozco, estoy un poco belicoso en este 2009.

Chau Orangito, hola monstruo de siete cabezas