lunes, 23 de marzo de 2009

Cuando la vida te lleva al huerto



No sé si trocará en pesadilla; de momento, es sólo un sueño que encontré sin proponérmelo. Tenía otros planes, es decir: ninguno, más que dejar que pasara el tiempo mientras me defendía como gato panza arriba. Uno siempre sabe si su vida es un asco, o francamente mejorable; la cuestión es vencer la pereza de empezar de nuevo, cosa que el destino, a veces, se encarga de administrar con su método expeditivo e inapelable.
Regar los árboles que he heredado de desconocidos y semi-ignotos, es un eslabón más de la única cadena a la que no podemos sustraernos. Subir unas escaleras del Renacimiento; vibrar ante el arte de provincias del Bosco, o la maestría cosmopolita de Leonardo, son tramas que nos unen al pasado; nos hacen espectadores de nuestras posibilidades como especie, o nos constriñen a la vergüenza de aceptar nuestra mediocridad, aún con deportiva capacidad de admiración sin tapujos, a los sobresalientes.
La Naturaleza es una fuente inagotable de obras maestras y disposición hostil, para quien vivió pensando que el Tetra Brick y la leche son un tándem inevitable, sin alternativas conocidas.
Todo es empezar, si el tablero es nuevo; sin embargo, el movimiento de las piezas es siempre el mismo, y uno, jugará como sabe.

miércoles, 18 de marzo de 2009

MAQUI



Las alternativas eran pocas, pero malas; debía encontrar una forma de oponerme vehementemente a la situación creada. El nivel de consumo, así como la ambición de unos cuantos listos, nos ha guiado, cual rebaño sumiso, a una situación muy difícil. Medité profundamente acerca de si una huelga de anacoretas, pudiera ser una llamada de atención suficientemente contundente para quienes rigen nuestro destino, con normas hechas a su medida. Lo medité como dije, profundamente, pero poco; no se tenía en pie.
Busqué ayuda para una acción a lo Greenpeace; colgado de una grúa quitarme el sayo y la capucha en una central bancaria, al tiempo que una geisha, un bombero y una sindicalista se inmolaban a lo bonzo (ahí era cuando entraban los de Médicos sin fronteras y los damnificados del Fórum filatélico cantando):
¡… Eeeeeee, Macarena ...!
Habría que actuar ya, … pero no vino mucha gente al casting.
De donde menos lo esperaba, llegó mi séptimo de caballería personal: Lúzbel Guerrero me ayudó, con su amplio entramado secreto, a echarme al monte. Ahora soy un Maqui, y atacaré desde la luz, la oprobiosa realidad que nos imponen; pegar y salir, ese será nuestro estilo… Porque somos legión, pequeña pero legión al fin. No se puede atrapar a una sombra, y ese razonamiento nos protege y guía.
Como no podía ser de otra manera; Lúzbel ha puesto una condición de las suyas, de esas que hacen que todo el mundo coincida en que es casi, un verdadero impresentable. Me impuso un alias graciocillo que le sugirió un lugarteniente suyo (oyente de Asuntos Propios): Sincurro Giménez.

martes, 3 de marzo de 2009

Éxodo>





Como sabéis, vivía en una cueva, pero es tiempo de cambios;
el destino decidió que fuera en pos de la luz*.
No es que uno no sea obediente, pero hay veces en que no hay
alternativa, más que asumir.
Los cantos de sirena me hacen el viaje más ameno; y bella
es la vida de cada mañana al desoír a la médium recitando:

¡Aléeeeeejaateee de la luuuuz!


Creo que necesito luz, pero lo más determinante es que la luz,
me necesita a mí.