viernes, 29 de mayo de 2009

El circo



Llevo tanto tiempo en él, que a veces se confunden mis recuerdos; sé que fui enano, augusto y faquir, oficié de volatinero, forzudo y hombre bala; hice los roles que me pidieron, pero podría asegurar que nunca me tocó la mujer barbuda. Practiqué tanto el funambulismo, que me desplazo sin pértiga desde entonces ante el asombro del público, y cada día son menos los que quisieran verme caer; pero siempre alguno hay.
Domé las fieras que me pusieron delante, y supe estar fuera del alcance de las que atacan por detrás; la que más me costó sin duda, fue la que me mordía desde dentro en su rebeldía; ahora hace (casi siempre) lo que le ordeno, y es mansa con quienes se me acercan, aunque tiene sus días. Como payaso no me fue mal, y si bien las bofetadas no fueron demasiadas, por mi cintura prodigiosa, aún me escuecen los cachetes de cuando el guión mandaba recibir. En esta vida, no hay estrellas ni tareas exclusivas, todos somos uno; del triple mortal del foco a las boñigas, todo es tajo; y puede que algún día quizás deje de hacerlo, pero de momento, aún monto la carpa cada día.

21 comentarios:

ybris dijo...

¿Y quién no ha sido actor sin pausa o a intervalos en este circo de la vida?
Lo tuyo parece continuo.
Es el privilegio de los mejores.

Un abrazo.

la jardinera dijo...

Querido Antón, como bien dices, el mundo es un circo y yo tb he hecho equilibrios, la risa y demás acrobacias espectaculares.
De hecho, aún sigo haciéndolas alguna vez. ¿Y qué?

Besos triples y mortales, de los que dejan sin respiración,

mangeles dijo...

Pero los hay protagonistas del circo, y los hay sólo utilleros...Vd. es un gran artista sin duda...Besos amigo

nacho dijo...

Todavía le recuerdo aquel número en que recitaba a Ricardo Reis.

maria varu dijo...

No deja Ud de sorprenderme don Antón, es una auténtica caja de sorpresas, nada se le resiste... cualquier día me paso por su corte y me da usted algunas lecciones, porque llevo arrastrando esta asignatura del circo... ¡uf! ni recuerdo ya el tiempo.

Hoy la lismona tendría que dármela Ud a mí por mi precariedad.

Un abrazo don Antón, admirado amigo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Todo es tajo, sí. En la vida hacemos el payaso muchas veces, aunque la mayoría sucede sin darnos cuenta. Pero siempre será mejor hacer el payaso o juegos malavares o el funambulista que estar en el papel de espectador. Yo, al menos, lo prefiero. Me gusta mucho su libro, señor abad.Un cordial saludo.

isis de la noche dijo...

Y es que la función debe continuar...

Interpretando el papel que amerite cada función de temporada.

Un abrazo

Nancy dijo...

Yo he sido de todo, menos domadora de fieras... y peor si son de las que atacan por la espalda. Ya parezco alfiletero. Pero el circo es mi mundo, me divierto. Incluso río cuando tengo ganas de llorar.
Pero qué bonito lo dijo usted, señor Abad.

cristal00k dijo...

Y aquí andamos dando piruetas todavía amigo ¡y lo que te rondaré morena!
Quien más quien menos todos aprendimos el triple mortal sin red y hostias, ni faltaron ni van a faltar...
Es lo que tiene estar vivo.

mangeles dijo...

¡¡PLIÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ¡¡

¡¡Toma Luzbel¡¡

Mis respetos Santo Santón, es que una no se puede contener, y mola meterse con el demonio.

Besosss de sábado

Antonio Martín Bardán dijo...

El mundo es, efectivamente, un circo, y además uno al que no hemos sido invitados por nadie, sino en el que estamos por obligación. O adoptas un papel, o estás fuera del circo, o sea, del mundo. Pero hay una cosa que Castaneda llamó "el desatino controlado", o la locura controlada. Es decir, que uno está en el circo, cumple su papel de payaso, de saltimbanqui o de lo que sea, pero sin olvidar que aquello es sólo un espectáculo, y que uno en realidad está en otro sitio.
Es una buena fórmula para no volverse loco del todo.

Un abrazo, amigo.

tequila dijo...

“En esta vida no hay estrellas ni tareas exclusivas…” Esta frase debería ser de las que se imprimen en camisetas, de esas que compras cuando eres adolescente rebelde; con o sin causa; y vistes cual epitafio décadas más tarde.
Lo que más me gusta de “su circo” es que nunca fue mero espectador…

Ya me dirá cómo domó a su fiera interior. La mía hace lo que le viene en gana. Trato de no alimentarla, que así: desfallecida hace menos daño, pero tampoco quiero matarla de inanición (la tengo cariño).
Lo de la cintura prodigiosa requiere mucho gimnasio?
Besos.

Anónimo dijo...

Y hay de circos a circos no es lo mismo el circo Ataide hermanos que la Compañia Cirque Du Solei , segura estoy que su vida va mas entorno a el Cirque Do Solei , besos desde tierra Azteca

cristal dijo...

Inteligente y original metáfora de la vida nos has descrito. En cada etapa de la existencia nos toca representar un papel y hacer nuestro numerito. Saludos

Miss.Burton dijo...

TOUCHÉ¡
Cada día me sorprende mas, no es que pueda escoger una frase, o decirle que estuvo perfectísimo en aquella estrofa, es que el post es poesía pura, y estoy de acuerdo con ud, en que la carpa hay que montarla por cojones, casi siempre, y que hay que valer para ello. Muchos son los que se retiran... pero eso es muerte en vida, y nosotros seguimos adelante, poniéndonos la nariz roja, o saltando desde aquel sitio tan alto, donde nos subimos una vez que íbamos con los ojos vendados por alguna causa que luego pudimos ver...
Precioso.
El campo te sienta bien, amigo.
Que tengo que tutearte, porque lo de ud, lo intento, pero no me sale del todo.
Un beso fuerte, maestro. Háblele así a los tomates, creo que acabarán contestándole.
BSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Conciencia Personal dijo...

Soy parte de ese circo; lloro más de lo que río, a la inversa que los payasos.. si hubiese practicado el funambulismo las caídas serían menos dolorosas...

Un beso amigo, Monique.

Antonio Piera dijo...

Hubo un tiempo en que saqué el circo a la calle, a ver qué pasaba. Con traje y corbata, fui al trabajo con la nariz roja de payaso sujeta con una goma. Hay fotos. Fueron pocos los días que duré en aquella compañía donde pocos compartieron mi definición del trabajo que se nos exigía.

Espléndida entrada, amigo.

alkerme dijo...

Chico, que he vuelto a ver qué pasaba por aquí y digo: ¡guá, como dicen en La Laguna! y Dónde está mi comentario???.
A saber dónde lo mandé....je, je.

Sólo decirte que como casi siempre me quito el sombrero ante usted, delicado artista.
Hemos sido y hecho de todo en nuestro circo porque la función ha de continuar, también nos hemos negado alguna vez a montar la carpa, aún a costa de recibir vastas mordidas pero hay circos insoportables donde nos entretienen con funciones de mentira...

Un beso

kik dijo...

Cada dia se encienden de nuevo los focos y nos toca hacer malabares inimaginables en equilbrio sobre la cuerda o mirando de reojo el león que te ve como una delicatessen. Por suerte los malabaristas aprendemos a pasarnos las masas de fuego y el espectáculo queda más impresionante

Saludos!

mangeles dijo...

¡¡¡ PLIÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ¡¡¡

Está Vd. muy lento, Sr. Inombrable jejejej..

Besitos mi buen Santo Santón.

Trenzas dijo...

Mi cabra lamenta mucho no poder formar parte del circo. Lo suyo es más bien cutre, con su gitano y su escalerita :)
En cambio yo, como todos, siempre actuando para ganarme el sueldo.
¡Y qué le vamos a hacer...! Sólo queda eso; curtirse ante el público y esperar que no nos despidan porque ya no podemos dar saltos mortales.
Y eso, que tarde.
Un abarzo muy fuerte, amigo mío.