sábado, 8 de agosto de 2009

Atomizados



"Divide y vencerás"; este antiguo adagio demuestra el porqué esa creencia de que los "libros viejos son buenos", es una hipérbole. Sólo los buenos libros llegan a viejos, y trascienden los dichos que se han probado ciertos.
En tiempos, los hombres se fundieron en una masa capaz de arrasar la historia con su catarsis de hartazgo. La tecnología y la comunicación– curiosamente – consiguieron convertir esa masa en un atomizado ente reacio a los cambios, bajo un sopor de artilugios y sensación de libertad que no soporta mucho análisis. Los hombres alineados, alejados unos de otros, echan las monedas para que funcione la máquina de los lobbys y los regímenes; pero sin la posibilidad, en su ostracismo, de decidir qué es lo que hará la máquina.
Hemos delegado nuestras aspiraciones en la benevolencia de los poderosos. La palabra: "Compañero", se transformó en un formalismo sindical; pero nadie quiere ser parte del club, aunque sonría y salude en el ascensor; al llegar a su habitáculo-madriguera, denigrará y despotricará a gusto antes de inyectarse un DVD.
Cada tanto, un brote de indignación le agita especialmente, cuando la apariencia de justicia se resquebraja, ante la mascarada de jueces que juzgan a un amigo y "políticos" de guante blanco; pero pronto lo olvidará el HOMO ISOLATUS, cuando a la historia regrese lo verdaderamente importante: La Liga.